Colombia se ha consolidado como un destino elegante y misterioso, tanto para los que aman la naturaleza como para quienes prefieren un viaje cultural.
Sus increíbles playas rodeadas de naturaleza y aguas turquesas consagran a este país como ideal del paisaje caribeño. Sin embargo, también cuenta con un importante acervo cultural y social en cada una de sus regiones.
La Península de Barú y Cartagena son dos de los centros que reciben más turistas al año gracias a la variedad de atracciones, recorridos e imperdibles oportunidades de relax.
Barú, Paraíso Natural
La Península de Barú está separada del continente por el Canal del Dique, que conecta el puerto de Cartagena con el río Magdalena. Este canal de 114 km fue construido por los españoles en 1652 por razones militares.
En 2014, se construyó un puente sobre el canal, lo que facilitó un fuerte desarrollo del turismo desde Cartagena con una fuerte instalación de hoteles all inclusive.
Barú tiene hermosas playas de arena blanca, aguas cristalinas, fuentes de agua dulce, jardines acuáticos y una fantástica variedad de coloridas aves y peces. Para disfrutar de una estadía sin preocupaciones, el hotel Decameron Barú ofrece un servicio all inclusive con servicios de cinco estrellas.
La playa más popular de esta región entre los colombianos es Playa Blanca. Pequeñas cabañas y tiendas ambulantes se extienden a lo largo de la parte posterior de la playa, ofreciendo frutas y aperitivos.
Lo mejor es llegar temprano, especialmente los fines de semana y días festivos, para evitar tráfico y encontrar una ubicación cómoda en la zona.
Para quienes prefieren las playas más tranquilas, es mejor elegir sectores menos concurridos como la playa del Decameron Barú Beach Resort, Spa & Convention Center o Playa Puntilla, justo al lado.
El encanto único de Cartagena de Indias
Suntuosa joya colonial de América del Sur (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), Cartagena de Indias ofrece todos los ingredientes para una estancia inolvidable. Esta región fue preservada por una muralla construida en el siglo XVI. Como consecuencia, el barrio barroco conservó sus coloridas fachadas, iglesias y edificios de época.
Esta ciudad es ideal para recorrerla a pie, caminando por las calles como la de Arsenal, una de las más pintorescas. Allí se pueden encontrar cafés, bares, restaurantes, terrazas y locales.
Por la noche, Cartagena se ilumina, se despierta y se transforma en una dulzura tropical. Desde cualquier rincón de esta ciudad es posible transportarse a otra época mientras que la brisa proveniente del mar refresca el centro histórico.
A la hora de elegir el alojamiento, se puede barajar entre una variedad de hoteles y pensiones de ubicaciones estratégicas en la ciudad.
El hotel Decameron Cartagena cuenta con una localización ideal frente a la playa Bocagrande con vista a la bahía. Los servicios de piscina al aire libre, recepción y pensión completa están incluidos en la reserva.
Sobre la cadena hotelera Decameron
El hotel Decameron Barú y el Decameron Cartagena pertenecen a la cadena hotelera líder Decameron. Con sedes en México, Haití, Jamaica, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Ecuador y Perú, se extienden también en varias localidades de Colombia bajo el servicio all inclusive.
Estos hoteles/resorts se destacan por su servicio de gastronomía y la calidez de sus empleados, bajo el objetivo de lograr la mejor estadía en cada uno de sus centros.
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