Egipto forma parte de esos países que debes visitar al menos una vez en la vida. Pasear por sus calles es hacerlo por miles de años de historia, entre grandes templos, estatuas y obeliscos que te transportan a la época de los faraones.
Las pirámides de Giza, el Gran Museo Egipcio, Luxor, la Gran Esfinge, Abu Simbel o el Mar Rojo son tan solo algunas de las maravillas que puedes encontrar a lo largo de tu recorrido.
El Cairo, punto de partida
Por lo general, los viajes a Egipto comienzan en El Cairo, ya que allí se encuentra el aeropuerto más accesible de todo el país y el que más vuelos internacionales recibe.
Se trata de una ciudad caótica, pero que alberga un gran encanto, además de tener a tan solo 20 kilómetros una de las maravillas del mundo antiguo: las Pirámides de Egipto. Estas, junto con la esfinge, son la principal atracción turística de la zona por su imponente presencia y el misterio que las rodea en cuanto a su construcción. Además, han sido fuente de inspiración a lo largo de los siglos de películas, libros e incluso juegos de online casino de temática egipcia.
Otros lugares que no te puedes perder si visitas El Cairo son el Museo Egipcio, que alberga la mayor colección de objetos del Antiguo Egipto, excepto aquellos que se encuentran repartidos en otros museos del mundo; la Ciudadela de Saladino, donde se encuentra la Mezquita de Alabastro, una visita imprescindible en El Cairo; y el barrio copto con sus diferentes iglesias y sinagogas.
Un crucero por el Nilo
Si visitas Egipto con un viaje organizado, seguramente este incluirá un crucero por el Nilo tras tu paso por El Cairo, aunque también existe la posibilidad de contratarlo si viajas por libre. Esta es la forma más sencilla de conocer los lugares más emblemáticos del país como Luxor, Edfu y Asuán, sobre todo si no dispones de mucho tiempo para tu visita.
Por norma general, estos cruceros van de Luxor a Asuán, o viceversa, y suelen tener una duración de cuatro días, aunque también los hay de cinco o siete. Normalmente incluyen el alojamiento y la pensión completa, sin embargo las bebidas y las propinas quedan excluidas del precio.
Una vez a bordo, el barco irá parando en los principales templos del país como el Templo de Edfu, el Valle de los Reyes, el Templo de Hatshepsut, el Templo de Karnak o el Templo de Luxor, entre otros. Estas son excursiones que normalmente van incluidas dentro del precio de los cruceros, aunque lo más recomendable es consultar previamente el itinerario para evitar sorpresas.
Por otro lado, existe la posibilidad de visitar Abu Simbel, el gran legado de Ramsés II y una de las grandes joyas de Egipto. Las imponentes cuatro estatuas de su fachada, de más de 20 metros de altura y talladas directamente en la roca, se han convertido en uno de los símbolos del Antiguo Egipto.
El Mar Rojo, una joya para el buceo
Los amantes del buceo saben que el Mar Rojo es un auténtico paraíso submarino por sus aguas cristalinas y preciosos corales. Los destinos más populares en esta parte del país son Hurghada y Marsa Alam.
Hurghada, aunque es la más conocida por turistas de todo el mundo y donde se encuentran multitud de resorts, es un edén acuático. No es necesario tener un título de buceo para poder disfrutar bajo el agua, también existe la posibilidad de hacer snorkel en islas como Giftun o Isla Utopía.
Por su parte, Marsa Alam brinda toda la tranquilidad que no existe en Hurghada, ya que es un pequeño pueblo todavía por explotar, pero que sin duda merece la pena visitar. Es también otro lugar perfecto para hacer snorkel y buceo o disfrutar de playas paradisíacas como Qulaan Beach o Ankorab Beach.
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