La reconocida Isla de San Andrés –también llamada San Andrés Isla- es la más grande y concurrida de todas las pertenecientes al Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Esta maravilla natural caribeña sobresale por sus atractivos y actividades únicas en la región, la calidez de sus habitantes y una infinidad de placeres por descubrir.
¡Conoce aquí un poco más de este destino obligatorio para todos los amantes del océano, la playa, la fiesta y el verdadero descanso!
Ubicada en medio del Mar del Caribe, San Andrés Isla se encuentra considerablemente más cerca de Nicaragua, pero desde 2012 la nación colombiana posee total soberanía sobre ellas.
¡Y qué posesión! Esta hermosa extensión de tierra flotando gentilmente sobre el océano goza de una temperatura promedio anual de casi 28ºC, una verdadera delicia.
Es en un principio por esta razón que los hoteles rebasan allí durante los 365 días del año. ¿Quién dijo que en todo sitio turístico hay temporadas bajas?
Naturaleza pura: la cercanía a la fauna y flora de San Andrés es sencillamente emocionante y placenteramente abrumadora. Aves típicas tales como el azulejo y la reinita charquera norteña adornan el aire, tiernas iguanas de varios colores se ven por doquier y el océano acuna miles de especies de peces, localizándose esta mayoría en Cayo Acuario. Gracias a deportes acuáticos tales como el kayaking, esnórquel y buceo, ¡acercarte a ellos no es para nada una tarea imposible!
En relación a sus cálidas y suaves aguas; la Isla de San Andrés es también codiciada por poseer una de las barreras de coral más extensas en todo el mundo. Estas “protectoras de tormentas” son un verdadero banquete para la vista; aún más, incluso, cuando puede contrastárselas con el famoso mar de siete colores que rodea la Isla.
En tierra firme: sobre todo en North End, se encuentran lujosísimos restaurantes y hoteles, entre los que resalta el Decameron San Andrés y el Sunrise, bares y discotecas ideales para disfrutar de la vida nocturna y relajación total. Los centros comerciales son vastos en productos y precios (no hay que olvidar llevar algún que otro recuerdo con uno mismo). No podríamos menospreciar los museos tampoco: muy interesantes y ricos en historia y cultura precolombina de San Andrés. La Casa Museo Isleña es uno de aquellos lugares que no pueden evitarse, dado que allí se enseña el Raga Raga, la danza tradicional de la isla.
Además, quien lo desee puede simplemente salir a aventurarse por allí. ¡Fiesta ecoturística! Conocerán playas eternas como Cocoplumbay, bahías como Haynes y Sprat, puntas como North; (definitivamente pasearán por ahí, dado que es el núcleo comercial de la isla) y cayos como Cotton Cay y Rocky Cay.
La Loma es una pequeña localidad en la isla cuyos habitantes son nativos desde hace generaciones; la arquitectura es la clásica de hace años y posee un mirador cuya vista conmueve.
¿El trabajo te ha llegado a la médula? ¿Planeas un viaje con tu familia o amigos hace tiempo? ¿Quieres hacerte un auto-regalo de cumpleaños?
Pocos sitios son tan completos, coloridos y alegres como la Isla de San Andrés. Después de tantos gustos para el paladar, tanta emoción vivida, y tantas experiencias inolvidables de seguro querrás volver, ¡y ojalá lo hagas! ¡San Andrés te espera!
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