Una de las maravillas para el ecoturismo que encontramos en el departamento de Magdalena es la isla de Salamanca que ocupa el antiguo estuario del río Magdalena. Por la carretera que comunica a Barranquilla y Santa Marta, podemos apreciar sus paisajes lacustres y de manglar, haciendo del recorrido un espectáculo.
Los pescadores constituyen el grupo social que más ha interactuado y participado en la ejecución de los diferentes programas y procesos que se han desarrollado en la región. Además, por su proximidad directa con el complejo lagunar, conforman el nivel básico de usuarios de la oferta ambiental y son también quienes ofrecen los recorridos en lancha por el parque.
Esta área, junto con el Santuario de Fauna y Flora de la Ciénaga Grande de Santa Marta; fueron declaradas en 1998 como Sitios Ramsar de importancia mundial. Y en noviembre de 2000, como Reserva del Hombre y la Biósfera por la Unesco. Ambas constituyen zona núcleo de la Reserva de la Biósfera del Complejo Lagunar de la Ciénaga Grande de Santa Marta. Por ser representativas del delta del río Magdalena, considerado como ecosistema estratégico. (Lee también: Turismo en Ciudad Perdida, Sierra Nevada de Santa Marta)
¿Qué ver y visitar en el Parque Isla de Salamanca?
Este parque es uno de los mejores lugares del Magdalena para conectar con la naturaleza, para hacer ecoturismo y para disfrutar de la gran biodiversidad que tiene Colombia.
Observación de aves
El parque es conocido por ser un santuario para aves migratorias y residentes. Más de 200 especies de aves han sido registradas aquí, incluyendo pelícanos, garzas, flamencos, águilas pescadoras y muchas más. Es un destino ideal para los amantes del birdwatching.
Recorridos en canoa por los manglares
Los manglares del parque son impresionantes y ofrecen la oportunidad de realizar recorridos en canoa guiados, donde se puede apreciar la biodiversidad única de estos ecosistemas acuáticos. Los manglares son vitales para la protección de la costa y el hábitat de numerosas especies.
Avistamiento de fauna marina
Las costas del parque son hábitat de diversas especies marinas. Durante ciertas épocas del año, es posible avistar tortugas marinas que llegan a desovar, así como delfines y manatíes.
Playas y paisajes costeros
El parque cuenta con playas vírgenes y paisajes costeros pintorescos ideales para el descanso y la fotografía. La Playa de Cinto, por ejemplo, es conocida por su tranquilidad y belleza natural.
Senderismo y eco-tours
Existen senderos y rutas señalizadas dentro del parque que permiten a los visitantes explorar la diversidad de su flora y fauna terrestre. Los eco-tours guiados ofrecen una experiencia educativa sobre la conservación y el medio ambiente local.
Pesca artesanal
Algunas comunidades locales practican la pesca artesanal sostenible en las aguas del parque, una actividad que refleja las tradiciones culturales de la región y contribuye a la economía local.
En la Vía Parque Isla de Salamanca se puede disfrutar de paisajes únicos como el delta estuarino del río Magdalena. Caracterizado por la presencia de ecosistemas marino-costeros; tales como: el área marina (50% del área total del Parque aproximadamente). Las zonas de manglar, la vegetación asociada al agua, el complejo de ciénagas; y una red de caños, dentro de los cuales se destacan el Clarín Nuevo, Clarín Viejo, el Dedo, las Lanchas, el Torno y Los Almendros.
En el sector Los Cocos se encuentra ubicado el centro administrativo; un centro de conferencias con capacidad para 30 personas. Un museo de interpretación ambiental y una infraestructura de reintroducción de especies nativas. A la altura del kilómetro 27 hay una cabaña de control y vigilancia, llamada «Cangarú». En el sector de El Torno hay una cabaña de control y vigilancia; igualmente hay una cabaña nueva en el sector conocido como El Limón.
En el sector de Cangarú, en el kilómetro 27 existe una infraestructura para alojamiento de visitantes, la cual, actualmente no está en funcionamiento. Por lo que las visitas al área protegida deberán programarse con duración de un día a la vez. (Ver también: Turismo en Aracataca)
Parque Isla de Salamanca
La Vía Parque Isla de Salamanca posee 98 especies de invertebrados, 9 especies de anfibios, 35 especies de reptiles, más de 140 especies de peces, 199 de aves. Muchas de ellas migratorias, endémicas y residentes. La existencia de 33 especies de mamíferos indica que la diversidad que sostiene el área es elevada; a pesar de la problemática ambiental que afectó el ecosistema.
El Parque Isla de Salamanca cuenta con hábitats o refugios en donde se pueden observar especies declaradas en peligro de extinción por presión del hombre, destrucción y fragmentación de hábitats y disminución de la oferta alimentaria, entre otros factores.
Los principales ecosistemas del área protegida son: los bosques de manglar, los bosques secos tropicales y los bosques riparios.
Dentro de las especies de mangle de la Vía Parque Isla de Salamanca están: Rhizophora mangle (mangle rojo), Avicennia germinans (mangle salado) Laguncularia racemosa (mangle amarillo) y Conocarpus erecta (mangle zaragoza).
¿Por qué se llama vía parque?
Porque la Isla de Salamanca permite que los visitantes contemplen hermosos ecosistemas como ciénagas, bosques de mangar y hermosas playas, todo desde la carretera de va de Barranquilla a Santa Marta. De hecho, la Isla de Salamanca es un conjunto de pequeñas islas que se formaron debido a la sedimentación del delta del Magdalena.
Recomendaciones generales para visitar el Parque Isla de Salamanca
Lo primero es que se recomienda que siempre todos los visitantes vayan acompañados de un guía o intérprete, no solo por su seguridad, sino para poder conocer mucho más sobre el lugar. Otra recomendación fundamental es siempre ir por los senderos o caminos señalados, ya sea en el agua o en tierra.
En cuanto al cuidado de las especies las recomendaciones son claras: no se debe suministrar ni dejar rastros de ningún alimento que altere la dieta de los animales. Tampoco se deben ingresar elementos como radio que alteren a la fauna local. Asimismo, el uso de flash está prohibido para no alterar a los animales, y tampoco se deben asustar a las aves para que alcen vuelo.
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